Redes de acceso disponibles en la actualidad
Telefonía
fija
El método más
elemental para realizar una conexión a Internet es el uso de
un módem en un acceso telefónico básico. A pesar de que no tiene
las ventajas de la banda ancha, este sistema ha sido el punto de inicio para muchos
internautas y es una alternativa básica para zonas de menor poder adquisitivo.
En casi todos los
países de la Unión Europea, el grado de disponibilidad de línea telefónica en
los hogares es muy alto, excepto
en Austria, Finlandia y Portugal. En estos países la
telefonía móvil está sustituyendo rápidamente a la fija. De todas maneras,
en España, el acceso a Internet por la red telefónica básica (banda
estrecha) prácticamente ha desaparecido. En el año 2003 la mitad de
las conexiones a Internet era de banda estrecha. En 2009, el 97 % de
los accesos a Internet era ya por banda ancha y casi el 95% era
superior o igual a 1 Mbit/s.
La banda ancha
La banda
ancha originariamente hacía referencia a una capacidad de acceso a
Internet superior al acceso analógico (56 kbit/s en un acceso
telefónico básico o 128 kbit/s en un acceso básico RDSI). El concepto ha
variado con el tiempo en paralelo a la evolución tecnológica. Según la Comisión
Federal de Comunicaciones de los EEUU (FCC) se considera banda ancha al acceso
a una velocidad igual o superior a los 200 kbit/s, como mínimo en un sentido.
Para la Unión Internacional de Telecomunicaciones el umbral se sitúa en los
2 Mbit/s.
Según los países, se
encuentran diferentes tecnologías: la llamada FTTH (fibra óptica hasta
el hogar), el cable (introducido en principio por distribución de TV), el
satélite, la RDSI (soportada por la red telefónica tradicional) y
otras en fase de desarrollo. El modelo de desarrollo de la conectividad en cada
país ha sido diferente y las decisiones de los reguladores de cada país han
dado lugar a diferentes estructuras de mercado.
En el gráfico se ve
la evolución del acceso a Internet desde 1999 hasta 2007 y
se puede apreciar cómo se incrementó en ese periodo el uso de la banda ancha.
Internet está
evolucionando muy rápidamente y está aumentando enormemente la cantidad de
contenidos pesados (vídeos, música...). Por este motivo, los operadores se
están encontrando en muchas ocasiones que las redes tradicionales no tienen
suficiente capacidad para soportar con niveles de calidad adecuada el tránsito
que se comienza a generar y prevén que el problema aumente con el tiempo,
debido al ritmo actual de crecimiento. Algunos operadores de países de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) están
actualizando sus redes, llevando fibra hasta los hogares (FTTH-
Fibre-to-the-home) y fibra a los edificios (FTTB- Fibre-to-the-building). En
diciembre de 2007, el número de accesos a banda ancha mediante fibra suponía ya
un 9 % del total en los países de la OCDE, un punto porcentual más que un
año antes. El ADSL seguía siendo la tecnología más empleada con un 60 % de
las líneas de banda ancha y el cable mantenía la segunda posición con un
29 %.
Este desarrollo de la
tecnología de la fibra óptica no es uniforme entre los diferentes
países de la OCDE. En Japón y Corea del Sureste da un 44,5% y un
39,2% de las conexiones de banda ancha, respectivamente con esta tecnología,
después de crecimientos espectaculares de 14,5 puntos y 15 puntos porcentuales
respectivamente en año y medio, que absorben prácticamente todo el crecimiento
de este tipo de tecnología; en Europa, con un 1% de las conexiones, acaba de
empezar la renovación de la tecnología actual por la fibra óptica.
Telefonia móvil
![Resultado de imagen para telefonia movil](https://www.tvcehegin.com/files/tvcehegin-telefonia-movil.jpg)
A pesar de ser una
modalidad más reciente, en todo el mundo se usa más la telefonía móvil que la
fija. Se debe a que las redes de telefonía móvil son más fáciles y baratas de
desplegar.
El número de líneas
móviles en el mundo continúa en crecimiento, a pesar de que el grado de
penetración en algunos países está cerca de la saturación. De hecho, en Europa
la media de penetración es del 119%.
Las redes de
telefonía móvil permiten velocidades medias competitivas en relación con las de
banda ancha en redes fijas: 183 kbit/s en las redes GSM, 1064 kbit/s en
las 3G y 2015 kpit/s en las Wi-Fi. Esto permite a los usuarios
un acceso a Internet con alta movilidad, en vacaciones o posible para quienes
no disponen de acceso fijo. De hecho, se están produciendo crecimientos muy
importantes del acceso a Internet de banda ancha desde móviles y también desde
dispositivos fijos pero utilizando acceso móvil. Este crecimiento será un
factor clave para dar un nuevo paso en el desarrollo de la sociedad de la
información. Las primeras tecnologías que permitieron el acceso a datos, aunque
a velocidades moderadas, fueron el GPRS y el EDGE, ambas
pertenecientes a lo que se denomina 2.5G. Sin embargo, la banda ancha en
telefonía móvil empezó con el 3G, que permitía 384 kbit/s y que ha
evolucionado hacia el 3.5G, también denominado HSPA (High Speed
Packet Access), que permite hasta 14 Mbit/s de bajada HSDPA (High
Speed Downlink Packet Access) y, teóricamente, 5,76 Mbit/s de subida si se
utiliza a más HSUPA (High Speed Uplink Packet Access). Estas
velocidades son, en ocasiones, comparables con las xDSL y en un
futuro no muy lejano se prevé que empiecen a estar disponibles tecnologías más
avanzadas, denominadas genéricamente Long Term Evolution o redes de
cuarta generación y que permitirán velocidades de 50 Mbit/s.
Al igual que en otras generaciones, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) creó un comité para definir las especificaciones. Este comité es el IMT-Advanced
y en él se definen los requisitos necesarios para que un estándar sea
considerado de la generación 4G. Entre los requisitos técnicos que se
incluyen hay uno muy claro: las velocidades máximas de transmisión de
datos deben estar entre 100 Mbit/s (12,5 MB/s) para una movilidad alta y 1 Gbit/s (125 MB/s)
para movilidad baja. De aquí se empezó a estudiar qué tecnología eran
las candidatas para llevar la «etiqueta 4G». Hay que resaltar que los
grupos de trabajo de la UIT no son puramente teóricos, sino que la
industria forma parte de ellos y estudian tecnologías reales existentes
en el momento. Por esto, el estándar LTE (long term evolution: ‘evolución a largo plazo’) de la norma 3GPP
no es 4G porque no cumple los requisitos definidos por la IMT-Advanced
en características de velocidades pico de transmisión y eficiencia
espectral. Aun así la UIT declaró en 2010 que los candidatos a 4G, como
era aquel, podían publicitarse como 4G.
En telecomunicaciones, 4G es la sigla utilizada para referirse a la cuarta generación de tecnologías de telefonía móvil. Es la sucesora de las tecnologías 2G y 3G, y precede a la próxima generación, la 5G.
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